AROMATERAPIA
La
Holística se entiende como un todo superior, eso es: físico, mental
y espiritual.
Está
inmerso en un entramado planetario y universal que es también
físico, mental y espiritual. Todo en un conjunto vibra en infinidad
de frecuencias (multiversos); la inteligencia debería de entenderse
dentro de este contexto.
La
ciencia, una parte de la inteligencia, actúa en un proceso
dialéctico/mecánico con toda su contradicción; nos fracciona y
estructura el pensamiento, olvidando esta conexión con lo absoluto.
Vibrar
en determinada frecuencia dicen, que es estar en un estado de
conciencia alterado.
La
realidad es que lo estamos siempre lo que ocurre es que siempre
estamos en el mismo estado (por educación). Trascender a otros
planos de percepción es el que nos ha dado la posibilidad de ciertos
conocimientos, entre ellos, el poder “hablar” con las plantas.
Cuesta
entender, que adquirir el conocimiento que tenemos de las plantas
medicinales haya estado una cuestión simplemente empírica.
Hemos
perdido una cualidad latente en nosotros y el paradigma en el que nos
movemos no hace nada fácil poder recuperarla.
Tenemos
cinco sentidos que nos sirven o nos deberían servir para percibir el
mundo que nos rodea; tocamos, oímos, degustamos y olemos.
No
todos lo hacemos conscientemente: tocamos sin apercibirnos de las
texturas, oímos sin escuchar, miramos sin ver, comemos sin paladear,
y olemos constantemente sin ser conscientes de ello. Vivimos
encerramos en nosotros mismo ausentes a la posibilidad de procesos
meditativos.
Estamos
constantemente rodeados de olores y en ocasiones estos nos provocan
diferentes efectos en nuestro ánimo, tienen el poder de desencadenar
recuerdos, emociones e imágenes, pueden mejorar nuestro bienestar
psicológico que afecta directa o indirectamente nuestro físico.
Pueden
determinar nuestra simpatía o rechazo hacia una persona o entorno
aun sin ser conscientes de ello.
El
sentido del olfato es el único que no pasa por el tálamo. Las
partículas odoríferas, a través de la pituitaria se transmiten por
los nervios olfatorios hacía varias zonas del cerebro.
Con
el descubrimiento de la destilación (S.X) o quizá su
redescubrimiento, resurgen los aromas.
Los
aceites esenciales, podríamos decir, son la esencia del ALMA de la
planta o como poco su ADN.
En
la Europa arrasada por la peste, los perfumistas se beneficiaron de
sus conocimientos para protegerse quedando demostrado sus beneficios
para el organismo por sus efectos antisépticos.
En
Francia existen más de 1.500 médicos que prescriben los aceites
esenciales.
Existen
papiros de unos 2.800 años a.C. que dejan constancia del uso de
sustancias balsámicas, aceites perfumados, cortezas y resinas
aromáticas, especias y vinagres aromáticos.
Guardaban
sus compuestos aromáticos en estricto secreto. Los aceites se
elaboraban con infusiones, gomas aromáticas en vino o aceite graso.
Se
cree que llegaron a usar alguna forma primitiva de destilación,
supuestamente
descubierta por los árabes 2.000 años más tarde.
Griegos
y Romanos heredaron la sabiduría del antiguo Egipto.
Al
igual que en Egipto las fragancias se empleaban en ritos religiosos,
cosmética y medicina.
La
mujer barbuda
o.p.
AE corteza del fruto
o.p
flores AE niaulí
o.p.
hojas AE petit.grain
–
Otros requisitos son
si ha sido por destilación, expresión, destilación completa,
registro de sanidad, 100% puros.
La
mujer barbuda
Vamos ha continuar con la segunda parte de este articulo detallado, que amablemente nos ha regalado "La mujer barbuda"
2ª parte
Es de China, que proceden los primeros documentos escritos sobre las propiedades curativas de los aceites vegetales y las técnicas utilizadas.
Es con Avicena (Abu Ali In Sina) en el S.X cuando resurge el uso de aromas.
El primero que destiló fue el de la rosa. Los cruzados fueron los que llevaron estos conocimientos a Europa donde se desarrolló más tarde la industria del perfume.
En 1.370 en Hungría se elaboró el primer perfume con alcohol, consiguiendo fijar con más intensidad los aceites esenciales. En el S. XVII marco el máximo esplendor sobre los estudios de las propiedades de los aceites esenciales. Hasta S. XIX se había dependido de las plantas para la medicina, pero también fue en este siglo donde floreció la química.
En 1.887 se efectuó la primera experimentación científica que demostró el poder antiséptico de los aceites esenciales de clavo, limón y manzanilla como desinfectantes y antisépticos naturales para fumigar las salas de hospitales y esterilizar el instrumento quirúrgico.
También en el tratamiento de heridas de guerra y posteriormente en tratamientos de tuberculosis, diabetes y otras enfermedades.
Los aceites esenciales (AE) son productos de composición bastante complejas conteniendo los principios volátiles de los vegetales, más o menos modificados durante su obtención.
Se disuelven en aceites vegetales, materias grasas y en alcohol.
Se absorben fácilmente por la piel, se difunden rápidamente en los tejidos subcutáneos y pasan a la circulación sanguínea. También se puede ingerir dejándolos debajo de la lengua con una cucharadita de aceite de oliva o con un terrón de azúcar integral, siempre (esto es muy importante), durante dos minutos y luego se traga.
Tener en cuenta que la cantidad de AE por vía oral debe ser mínima (de 1-3 gotas), de lo contrario puede tener consecuencias nefastas hasta poder llegar a una perforación de estómago.
No es lo mismo una esencia que un AE, la reconstitución de esencias a partir de productos sintéticos un gran riesgo para la salud y carecen totalmente de eficacia.
Extracción de los AE:
Destilación . Por vapor de agua (alambique), es el verdadero aceite esencial estrictamente hablando.
Las maderas se destilan en seco.
Maceración. Denominada enfleurage. Se colocan las flores o pétalos en bandejas untadas en grasa o aceite vegetal.
Después de un largo proceso se licua en alcohol. El producto obtenido se denomina “absoluto”.
Disolución. Donde se utilizan sustancias disolventes para extraer gomas y resinas. El disolvente se destila a bajas temperaturas obteniendo un aceite de gran calidad.
Expresión. Se utiliza para las cáscaras de los frutos cítricos. En realidad son esencias, pero se les denomina aceites esenciales para distinguirlos de los sintéticos o los que han sufrido manipulaciones.
Los aceites esenciales deben utilizarse siempre con prudencia. Siempre existe la posibilidad de alergia a un AE. Probar sobre un trozo pequeño de piel.
Factores que pueden influir en la toxicidad pueden ser las dosis, la duración del tratamiento, las asociaciones potencialmente tóxicas, la vía de empleo y la sensibilidad personal. Los AE con fenoles (tomillo, ajedrez, clavo, etc.) no deben aplicarse puros sobre la piel, mucosas, ni sobre un difusor, pues son muy irritantes. En caso de intoxicación se recomienda ingerir un aceite vegetal. Si accidentalmente cae sobre los ojos, nunca agua, debe usarse un aceite vegetal que calma inmediatamente la inflamación.
Identificación de un AE de calidad.
– Vidrio topacio, no transparente.
– Identificación botánica exacta, eso es el nombre en latín completo (o.p).
Algunas destilaciones son de diferentes partes de la planta. Ejemplo: citrus aurantium
o.p. AE corteza del fruto
o.p flores AE niaulí
o.p. hojas AE petit.grain
– Otros requisitos son si ha sido por destilación, expresión, destilación completa, registro de sanidad, 100% puros.
La mujer barbuda
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